jueves, 19 de marzo de 2009

Undécimo día

180309

Llueve. Ahora llueve. Hace apenas unos días el sol derretía y hoy llueve. Esas son las cosas que hacen a esta ciudad, la ciudad en la que vive El Caleño, lo que es. No tiene mucho que decir esta vez, El Caleño. Lo días se han sucedido como una serie de sueños y no recuerda mucho de ellos. Todos son iguales y su cerebro se está empezando a habituar, de nuevo, al horario laboral.

Este viernes piensa salir a verse con sus amigos. PP estrena su película en la tarde y, a pesar de que El Caleño no puede ir a la función, tratará de saludarla en la noche… de pronto, es muy probable, se va a encontrar con C. La va a ver y le va a decir, El Caleño, un par de cosas que no van a importar mucho, ella no se va a dar cuenta y él, El Caleño, va a seguir con ese peso en el pecho que cada vez se va haciendo más insoportable.