martes, 21 de mayo de 2013

Décimo día

Parece que ha olvida el verdadero propósito de este blog. Parece que ha olvidado tantas cosas, que hay tanto que se empeña en no recordar. Las cosas han cambiado para El Caleño. Antes sentía una total libertad al escribir. Unas ganas casi irreprimibles de contarlo todo. Después sintió algo similar al pánico escénico. Dejó de decir lo importante. Empezó a hablar de generalidades y se aburrió de seguir escribiendo. Nunca supo más de sí mismo que cuando escribía con frecuencia en el blog. Nunca fue más sincero con lo que pensaba. No volvió a expresar lo que siente con esa facilidad que en la vida diaria le es esquiva. Es, siempre lo será, una persona demasiado introvertida. Oculta su rostro, las famosas máscaras, con sonrisas y buenas intensiones. La verdad es que las interacciones sociales son algo que lo sobrepasan. Seguirá siendo el que se quede parado en el rincón de un casa mientras todos disfrutan de una fiesta, el que pida una cerveza y se fume un cigarrillo fuera al tiempo que lamenta haber salido de casa.  Y a tratado de cambiar, siempre lo ha hecho. Pero la sociedad no es algo de lo que haga parte.