viernes, 30 de diciembre de 2011

Lo mejor del 2011

Siguiendo con esta tradición, variándola tan sólo un poco pero manteniendo la esencia, dejando escurrir los “greatest hits” versión 2011, escribo lo que, al parecer, fue lo mejor del añoInjusta e insensata como todas las listas, dejándome llevar por la tiranía del último momento que nubla hechos relevantes ocurridos durante los primeros meses del dos mil once. Termino esta lista el primero de enero cuando, por alguna razón, soy feliz. Hace mucho no podía decir esto pero ahora lo hago con todo fundamento. Este es un intento grande para hablar claro y fuerte. En fin, aquí están, estos son…


1. Una del otro año aunque cada vez menos: Mantener este blog, a pesar de la desidia, las dilaciones y la procrastinación. Seguir escribiendo.


2. Encontrar a la chica lunar.


3. Ser feliz en el trabajo. 


4. Dejar ir. Quizá sea lo más difícil que he hecho pero también de lo más satisfactorio. No se avanza sino se olvida. Ha dolido, claro. Personas que tenía atadas al corazón, pero ahora que no están, ahora que al fin he dado el paso y las he ido dejando de a poco, se siente bien. Adiós a tantas consonantes que poblaban este blog (excepto MC).


5. Volver a ver a ver a MC, tener la total certeza de que ella es mi hermanita del corazón.


6.  Mantener las dreads, aunque cada día tenga ganas de cortarlas.


7. Seguir siendo el mismo de siempre.


8. Seguir con Rayuela. 


9.  Seguir aprendiendo, nunca dejar de aprender.



Menciones especiales

Película del año: Casi no vi cine, al menos no contemporáneo, pero me gustó mucho True Grit de los hermanos Coen.

Canción del año: Tighten up de The Black Keys (en realidad todo TBK).

Libro del año: En el camino de Jack Kerouac. Seguir releyendo lo que más me ha gustado.

Ahora que miro arriba veo que, convenientemente, faltan cosas quizá más importantes pero en fin, la memoria es selectiva, sólo elige lo que le es grato. En todo caso, feliz año a los que lean esto y un feliz cumpleaños a mí mismo, disculpándome por no haberme comprado nada pero prometiéndome que en los primeros días del nuevo año saldaré con creces esa deuda, por quinta vez. Como siempre.