jueves, 4 de diciembre de 2014

A veintiséis de los 30

Faltan once minutos para las doce de la noche. La idea que tenía El Caleño era escribir una vez cada día. Por poco se pasa de tiempo. Toda la vida ha sido obsesivo. Con todo. Con lo que le gusta. Cuando encuentra una serie nueva y quiere verse todos los capítulos el mismo día. Cuando encuentra un autor nuevo y quiere devorarse sus libros uno tras otro. Un juego de play y querer conocerlos todos. Una mujer. Así. 

miércoles, 3 de diciembre de 2014

A veintisiete de los 30

Hoy El Caleño trata algo diferente. Desde que tiene su celular descargó la aplicación de blogger pero nunca la había usado. Cuando la descargó, hace mas de un año y medio, creyó que iba a la mejor oportunidad para escribir cuando quisiera. Nada mas lejano a la realidad. Ahora, con el conteo regresivo y  esa desesperante espera, la da uso. Busca imágenes en tumblr y escribe mientras en televisión presentan Regular show, mientras el sonido constante del ventilar llena su sala. Sus ojos arden, tiene sueño pero aun está muy temprano. Verá televisión o escalará una montaña. Lo que se le ponga primero al frente. 

martes, 2 de diciembre de 2014

A veintiocho de los 30

Trucos antiguos. La tercera persona que hace todo más fácil, más fluido. Verse de lejos para escribir de cerca. El Caleño piensa que cada vez falta menos, que la cuenta regresiva se acorta. 28 días. Unas cuantas semanas. Sabe que solo es un número. Que todo va a seguir igual. No ha pasado nada diferente, solo una nueva vuelta al sol. La número 30 desde que dice llamarse como se llama.

lunes, 1 de diciembre de 2014

A veintinueve de los 30

Un día más. Todo el que me conoce un poco sabe lo mucho que detesto cumplir años. Saber que debe ser un día especial, un día de fiesta. Sin embargo, pese a mi reticencia con el paso del tiempo he aprendido a disfrutar esas reuniones ocasionales con amigos a los que ve cada vez menos. Siempre dado al ostracismo, las cosas han dado un giro para mí. Este, el de los 29, ha sido un año en que aprendí un poco más a compartir. A llenar mi vida con pedacitos de otra. Un año lleno de cambios, de los mejores. Un año, una vida, que seguiré escribiendo en esta cuenta regresiva.

domingo, 30 de noviembre de 2014

A treinta de los 30

Ha pasado tiempo desde la última vez que escribí aquí. Desde junio. Ya he hablado de eso muchas veces, casi siendo monotemático. Faltan ganas para escribir acá. Tengo tiempo para hacerlo, sí. En diez minutos puedo hacerlo. A veces, incluso, escribo en mi cabeza. Organizo ideas que no pasan el teclado. Ahora, hoy, quiero intentarlo de nuevo. Este día domingo, cuando faltan treinta días para mi cumpleaños número treinta. Escribir cada día en cuenta regresiva. Hablar un poco de todo. Ir intentado de nuevo.  

martes, 24 de junio de 2014

Décimo cuarto día

Primero busca una imagen. Mira el calendario y se da cuenta, sorpresa, que hoy se cumplen cuatro meses desde la última vez que escribió aquí. Lo lamenta. Piensa que es mucho tiempo, demasiado, dejando de hacer algo que disfruta mucho. Ya en el pasado, en días marcados y anteriores, escribió sobre esto. El terror escénico, el 'miedo' a escribirse. A decir demasiado de él. La involución del introvertido Caleño. La idea de diario esporádico que se diluye casi definitivamente. Entonces, flor de un día, escribirá un poco como solía hacerlo.
En la mañana El Caleño despierta a la hora de siempre. Seis ame. Deja encendido el radioreloj mientras escucha el noticiero. Revisa el celular. La rutina de cada día. Poco después lo llama su jefe. Le dice que descanse ese día. El Caleño se lo piensa poco. Está cómodo en su cama. Acepta, se arropa. No duerme más. El día se le pasa rápido. Ve un partido en la mañana, el de Uruguay contra Italia. Luego juega Colombia. Lo disfruta. Hace fuerza por Adriancho y la selección gana. Se acuesta en su cama y ve llover. Pasa el tiempo, como si se hubiera quedado dormido. Se le va el tiempo entre las manos hasta que ve el reloj y casi acaba el día. Piensa en el cumpleaños de su gata, en el cumpleaños de su mamá un día después. En el cumpleaños de pedacito, que ya pasó. Aniversarios, fechas especiales. No deja de ver Espn mientras escribe, no deja de escuchar Caracol mientras escribe. Se dice y promete una vez más, una mentira tan grande como el Maracaná, que seguirá escribiendo. No dejará que pasen de nuevo cuatro meses. Cuatro meses es mucho tiempo.

lunes, 24 de febrero de 2014

Décimo tercer día

Tiempo de cambios. El Tiempo de cambios. Estrenando oficina. A unas cuadras de la casa. La felicidad de caminar, ida y vuelta. Una siesta en la hamaca después de el almuerzo. Días buenos para El Caleño.

martes, 18 de febrero de 2014

Décimo segundo día

Ha pasado tiempo. Mucho. Las ganas de escribir están pero me enfrento siempre a la hoja en blanco. Al temor escénico. No pasaba antes, hace unos años, cuando me exhibía sin pudor al menos dos veces por semana. Hablaba con iniciales. Quería descaradamente, quería con cada letra. Escribía con facilidad lo que me costaba decir. Ahora regreso. Caminando despacio, un pie detrás de otro. Mantras. Repeticiones. Volver sobre mí mismo. Seguir escribiendo hasta que se me olvide escribir. Seguir tropezando con la misma piedra.