viernes, 6 de marzo de 2009

Cuarto día

050309
L había cumplido años el día anterior, el miércoles. El Caleño había intentado llamarla a las doce de la noche pero tenía el celular apagado y, entonces, le envió un mensaje de texto. Cuando logra hablar con ella El Caleño le dice que la quiere mucho, todavía, y que feliz cumpleaños y que después se ven y que luego le pasa la vaca que le compró. No pasa mucho, después, no pasa mucho.
Ahora es jueves. La exposición de C en la alianza. Otra vez el sol ese que derrite suelas de zapatos. El Caleño sale a trabajar y lo recibe una caldera industrial. Tras esperar por veinte minutos en una calle sin carros por fin logra abordar su bus, sólo para que cinco minutos después se encuentre con un monumental trancón y el sol en su cara. Sudor a chorros, maldiciones entre dientes. Media hora después el bus arranca y el sol desaparece, como si no fuera con él.
En el trabajo las cosas marchan como siempre FH es una molestia y pocos lo quieren. Incluso LM hace una encuesta en el facebook que no lo deja muy favorecido a FH. Todos votan en contra de él, que no se da cuenta o disimula muy bien. Más tarde, El Caleño, llama a C y le desea suerte en su exposición y le dice que que pena que no puede ir, que el trabajo se acaba muy tarde, que lo disculpe. C le dice que está nerviosa y que todo bien, que después la ves, que todavía va a estar por algún tiempo. El Caleño lamenta mucho no poder ir a la exposición y verla, a ella que es como una canción de Juana Molina. No le duran mucho los lamentos porque hay trabajo por todos lados y el hambre empieza a hacer de las suyas. Piensa, El Caleño, que comprar y va adonde el doctor GG, el buen hombre HS y la señorita CJ para que se decidan por algo, al final es pan y no importa, lo come igual. Después juega el América y dos errores groseros de la defensa y el arquero nos amargan el primer tiempo. El San Pablo se va ganando al descanso por dos a cero y el rojo no se encuentra. Los quince minutos de descanso le sirven a El Caleño para salir corriendo del trabajo, tomar un taxi y llegar a casa. Después llega el otro gol del equipo brasileño y la ilusión que se apaga. Más tarde, casi al final del compromiso, el América descuenta pero ya no hay tiempo y el 3-1 está sellado. Se complicaron las cosas piensa El Caleño que tiene bastante sueño. Mañana tendrá tiempo para escribir todas estas cosas.

1 comentario:

Valentina dijo...

siempre es que es esquisito leerlo, al calenio. leer al calenio y escuchar a juana molina son una verdadera delicia.