martes, 2 de junio de 2009

Trigésimo día (Posdata)

020609

Unos días atrás Valentina, lectora que me ha acompañado desde el principio, me preguntaba el porqué de la cuenta regresiva. El porqué de esos números corriendo al vesre. Si bien recuerdo lo que escrito aquí, y debería, he dicho que todo para mí tiene fecha de caducidad, aunque después me eché un poco para atrás argumentando deficiencias técnicas. Había decidido, ya lo saben, dar un vuelco a mi vida, dejarme de términos medios, dejar esta inmovilidad, salir del desierto.

Después de hablar con C no he podido dejar de pensar en eso. En el cambio, en los porqués detrás de esa decisión. Al imponerme una fecha me estaba atando una soga al cuello y, si, era un poco como el condenado a muerte que avanza hacia el patíbulo, caminando aterrado pero a la espera de que algo pase, que la cámara se quede sin gas o la silla sin energía, pero sabiendo que todo es impostergable, no hay otra apelación a su caso. También lo que escribo aquí, a modo de diario no continuo, tenía fecha de expiración, aunque ahora no estoy tan seguro y no sé muy bien como desactivar esta bomba ¿es el cable rojo o el azul? A veces todo parece que se limita a dos opciones, América o Cali, blanco o negro, Uribe o Farc, ella o ella, DC o Marvel, tirarse o cruzar. Estoy empezando a ver los tonos de gris en esta foto a blanco y negro y la fecha de caducidad parece que ha sido irremediablemente revocada. Los cambios a realizarse, que son en extremo necesarios, se harán entonces de forma gradual y sin mayores traumatismos. El 6 de julio continuara siendo un día más mientras que el hoy toma más fuerza y tengo mucho que hacer, muchos proyectos que aún no he terminado. Things to do, como reza el cartel.

Parece que estoy donde empecé.


PD: ¿Boooom? No, aún hacen falta un par de días para eso. Todo va a estallar, aunque sea con salvas.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Nunca he creido que las cosas vayan pasando segùn nuestro querer y por eso creo que hay que tener confianza en el universo... El sabrà que trae para cada uno y que le quita y que se queda detenido para otro dìa. Uno no lo debe entender sòlo confiar, la explicaciòn vendrà despuès. No deberìa importar tanto que dìa estalle la bombra, ni que dìa se produzca el cambio o que dìa llegue lo que tanto se desea. Creo que la vida se desarrolla entre juegos y uno tiene que ir aprendiendo a jugarlos, asì es màs divertido. Quizàs correr o detenerse o andarse con cuidado, despacito...para que no te vean. A veces gritar muy duro y luego callarse para poder volver a gritar màs adelante. No creo que allà que sentarse estàtico a ver pasar el tiempo,a mirar cada arenita que cae de ese reloj, pero tampoco creo que haya que correr para ganarle o intentar atraparlo en fechas y plazos que poco tienen sentido, creo que la magia està en jugar con èl y robarle una sonrisa al tiempo que se pasa, o hacerle cosquillas al que viene pasando. La idea del tiempo, de su pasò, de nuestro afàn por ser "alguièn" o hacer "algo importante" y el cambio que se asocia a la presiòn del progreso es sòlo una creaciòn màs del capitalismo que no sòlo domina nuestros pensamientos, sino ahora tambien nuestros deseos y con ellos nuestra vida... y en esos afanes de ser, de alcanzar o por lo menos de aparentar no quedarse atràs de los que estàn cerca, vamos perdiendo la magia de sentarse a ver las estrellas o ver como nuestro perrito nos mueve la cola al llegar a la casa. Yo sòlo quiero que la magia siga existiendo...por eso lucho y por eso es cada pelea en la que termino involucrada...cuando la magia se extinga en las ideas de este sistema las cosas perderan el sentido...estoy segura que aùn queda algo...algo por lo que todos deberiamos luchar, màs que por esa idea tonta del progreso, del tiempo o de llegar a ser alguien.