viernes, 26 de junio de 2009

Otro día de junio

Ayer me llamaron a trabajar y no quise ir. En realidad no es que no quisiera ir, sólo que el día no estaba agendado y cuando me llamaron estaba ocupado en otro asunto. Igual fue mejor así, dediqué el día a cosas que considero importantes en este momento de mi vida y que me hacen sentir que no he desperdiciado los últimos años. Hoy, en cambio, sí trabajo.

Ya lo dije antes y lo repito ahora. Cada día me desagrada más el periodismo o, al menos, el concepto que de él se maneja en estas tierras. Cada día se es más automático y llegará el día fatídico en el que sin remedio mis compañeros y yo nos convirtamos en simples plantillas, formas con números, rellenando únicamente líneas punteadas en informes oficiales. Empezaremos a repetir comunicados de prensa redactados por otro que tampoco pensó y que hizo lo posible por hacer quedar bien a sus superiores, ensalzando al comandante de policía o al gobernante local de turno. Digo esto y me miro un poco los pies porque no soy mejor que ellos. Yo sólo me preocupo por la escritura, por que me guste lo que escribo así hable de una bala perdida que acaba con la vida de una mujer embarazada o de un desfalco millonario en las oficinas de la gobernación. Para mí todo es un poco lo mismo y es triste darse cuenta de eso. Ser más forma que fondo en este caso, más cómo que qué, en un oficio donde lo que importa es estar dispuesto a correr y a lamer zapatos varios. Estar intercambiando constantemente los roles de corrector de estilo y de periodista me ha servido para ponerme en perspectiva, mirarme con lupa y tomarme con pinzas, por si acaso. Así se termina por descubrir que todo suena y se ve ridículo en los periódicos, reducido a pastillas de viaje para transporte masivo y breves dobles con foto. Todo pierde esencia y contenido cuando alguien que no tiene ni idea de lo que es un libro, y créanme que trabajo con alguien así, pretende explicarte cualquier cosa. Pero como ya lo dije todo es automático, nada más fácil que un buen negocio.

2 comentarios:

Valentina dijo...

no entendi la relacion con esa grotesca foto

El Mantra dijo...

Las fotos no tienen nada que ver con el texto. La mayoría del tiempo son sólo "acompañamiento".