jueves, 9 de julio de 2009

Otra estupidez cotidiana

En Malambo, un caluroso pueblo del departamento del Atlántico, se apareció el fantasma de Michael Jackson. En medio de la locura mediática suscitada por la repentina muerte del denominado rey del pop esta noticia podría pasar desapercibida, pero para mí es la noticia de la semana. Según Caracol Radio, el único y desafortunado medio que ha hecho eco de esta “noticia”, el fantasma de Maiquel habría probado que en la costa atlántica no todo es trashumancia electoral y se habría aparecido en la sala de una casa mientras dos niños miraban sus videos. Los infantes lograron obtener pruebas fehacientes de la aparición de Maiquel al tomarle un par de fotografías que, como corresponde, salieron desenfocadas. Hasta allí, como diría un amigo, normal pero la cosa trascendió y la cadena de responsabilidades se amplió. Hay culpa en la madre de los niños al creer que el canicular sol de Malambo no les ha freído el cerebro a sus hijos; hay una gran responsabilidad en el periodista que creyó ver desarrollarse ante sus ojos una noticia de envergadura o estaba tan asado que rellenó con cualquier cosa y, quizá la mayor culpa, la responsabilidad del medio al emitir al menos dos veces el desafortunado gazapo. Pero no hay nada de que extrañarse, y la estupidez aquí es mía al sorprenderme, cuando en este país la Virgen María y Jesús se aparecen en paredes, tablas de madera y utensilios de cocina varios; cuando más que un presidente tenemos a un administrador privado que vende y reparte el país al mejor postor, especialmente cuando son de su familia; cuando un ex ministro del Falso Positivo se cree un salvador y es enemigo jurado de dos vecinos. Tal vez la guerra no es un negocio.

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Otro rostro. Más máscaras. Máscaras para costumbres y rituales. Máscaras que se usan sobre máscaras. Una sobre otra terminan por fundirse, como la primera máscara que se ha fusionado al rostro, hasta formar un sólo escudo impenetrable. Nada lo atraviesa, nada sale de él. Una pared entre el que usa la máscara y los demás. Aún más infranqueable es todo si dos máscaras, ya no personas, tratan de acercarse y sus máscaras chocan sin hacerse daño, porque las máscaras causan daño pero no lo sufren. Tal vez se resquebrajan un poco pero no es nada importante, casi inmediatamente la máscara apropiada entra en acción y una sonrisa tiene entonces dos o más intenciones, dos y más sentidos. Es probable entonces que nunca podamos vernos la cara, ni siquiera ante un espejo, ni siquiera frente a alguien a quien queremos de verdad y nuestra única conexión con el mundo, con la vida que nos queda, sea ese peso en los hombros, ese caminar jorobado, que causa una máscara que casi toca el suelo.

martes, 7 de julio de 2009

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Otro rostro. Más máscaras. Máscaras jóvenes, infantiles, casi inocentes. Personas mayores que se resisten a los años. Máscaras que enseñan lo que una vez fueron, máscaras de rostros que ya no son y nunca serán. Cortázar le hizo decir a Persio en “Los premios” algo parecido a dime que máscara usas y te diré que rostro tienes. Pero es difícil encontrar una máscara joven ocultando un rostro ídem. Los rostros jóvenes usan máscaras viejas, los rostros viejos usan máscaras jóvenes. Todo es un ir al vesre. A veces la máscara está lo suficientemente adornada que no hace falta ningún rostro debajo de ella, porque aunque lo haya ya no hará falta. Nada es más difícil de desprender que una máscara bien asida a la realidad, nada más difícil de romper que una máscara que remplaza un rostro porque debajo, talvez, sólo hay un enorme agujero negro que lo succionaría todo.

domingo, 5 de julio de 2009

Lucky Strike

El concierto de Petrona Martínez fue justo lo que todos esperaban. Digo esperaban y es como si no estuviera involucrado. Soy sincero, de música del norte del país no conozco nada. Antes de Petrona tocó el grupo Ancestros de Cali y tengo que reconocer que el sonido de la marimba cada vez me gusta más. El sonido de la palma de chonta es algo que empieza adentro del cuerpo y se va sintiendo en el vientre, como esas mariposas que no te dejan hablar. Suena la marimba y la gente no puede callar. La reacción más común es el desenfreno mientras se escucha la música del pacífico colombiano. De hecho creo que no haya otro tipo de reacción valida ante esto. Afortunadamente esa es la sangre que corre por mis venas.

Más tarde varios planes para realizar. La principal opción era a) la de ir a la Casa Amarilla con SG y su grupo de amigos a la fiesta reggae; b) también podía ir a las Fuentes con AB y sus amigos, entre los que se destacaban una rusa y una alemana; c) ir a la casa de MS donde, según sus palabras, habían “toneladas de licor” o d) ir a hablar y tomar cerveza con MC y otros amigos en su casa. A pesar de la tentación que suponen dos extranjeras decidí optar por la opción d. En casa de MC estaban CA, BV, IP y C escuchando música a bajo volumen y con Elliot arañando todas las manos. Después hubo cervezas y más tarde muchas más cervezas. A eso de las 5 de la mañana dormir un poco y levantarse temprano para ver a Federer convertirse oficialmente en el mejor jugador de tenis de todos los tiempos, después salir a trabajar como si nada hubiese pasado. Nada. El sol en lo alto y nada sería mejor que sentarse sobre una enorme roca junto el río Pance. Nada.



sábado, 4 de julio de 2009

Buen hombre

Este viernes fue muy raro, como estuve solo todo el día y no tenía que trabajar, me dediqué al hedonismo y a la autocomplacencia. Perdí un poco de tiempo en la mañana con la última bomba que quedaba del cumpleaños de mi mamá y luego, como tenía las dreads hechas un caos, pasé medio día peinándome con mis agujas Macusa de los números 8 y 11. Mientras tejía con paciencia me vi por enésima vez el increíble y hermoso dvd Heima de Sigur Rós repitiendo varias veces además, como corresponde, Olsen Olsen. También repetí videos de los dvds de Stone Temple Pilots, de Blur y de Nirvana, todo muy noventero. En la tarde casi pierdo diez cervezas con MC porque le dije, por teléfono, que estaba seguro de que en algún canal debían estar pasando alguna noticia sobre Maiquel. Ella, siempre tan hábil, inmediatamente inició el zapping pero fui salvado por CNN en español y su cobertura exclusiva y sin pausas de los preparativos para el funeral del ex rey del pop. Tras unas ocho horas de tortura para mis dedos, llenos de cortaduras por las agujas, terminé el trabajo con el pelo y como estaba cansado y no tenía ningún lugar al cual huir dediqué el resto del día, ya eran las nueve de la noche, a jugar el Super Mario Bros para Super Nintendo. Al parecer la memoria está intacta y logré pasar castillo tras castillo sin mayores contratiempos, cogiendo las mil vidas y todo, como lo hacía hace catorce años, cuando tampoco había mucho que hacer. Mientras jugaba me dieron unas irrefrenables ganas de ver alguna película de terror, de esas un poco estupidas que sustituyen la trama por galones de sangre falsa. Buscando en mi “videoteca” descubro que el terror es un gran ausente y que lo único parecido a lo que quiero ver es la película española Rec. De Rec lo que más me gusta es la protagonista, con esos dientes de ratón y esa blusa que parece a punto de estallarnos en la cara, también me gusta la fluidez de la historia y que no cae en los lugares comunes de las películas de muertos vivientes, aunque como todas luego de verla por cuarta vez ya se convierte en una anécdota. Después fue Rayuela, como siempre antes de dormir. Empecé a leerla a finales de mayo y cada noche, mientras esté en mi casa y me sea posible, avanzo un par de capítulos. Ayer me encontré con uno que me gusta mucho y donde, sin más, se explica el juego de la rayuela, cuyos requisitos sólo son una piedrita, la punta de un zapato y un dibujo en el suelo. Allí también se dice eso que es muy parecido a lo que nos pasa a todos y es que justo cuando se aprenden a jugar los juegos de la infancia, a embocar las casillas de la rayuela con la piedrita, se acaba de golpe la niñez y empiezan otros juegos, más complicados pero no más importantes. Y como ya no se es niño, y las tizas ya no se guardan en el fondo de los bolsillos del pantalón, perdemos de vista una sencilla noción: “para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes, un piedrita y la punta de un zapato”

Después, hoy sábado, escribo esto y miro el reloj, son casi las cinco y media y quedé de encontrarme con AB para ver tocar a Ancestros en la Tertulia, más tarde, tal vez, vayamos a la fiesta reggae en la Casa Amarilla en San Fernando, pero quien sabe, hacen falta unas horas para eso. Mientras tanto el "Tino" Asprilla da una vuelta olímpica en un limusina en el Atanasio Giradot de Medellín. Hoy cualquier cosa puede suceder.

miércoles, 1 de julio de 2009

I feel a change comin’ on


Fiel a mi nuevo pasatiempo, pierdo un par de horas rebotando un globo contra una pared. Un globo amarillo contra una pared de otro color. Después me lavo el pelo y hace tanto calor que no me dan ganas de peinarme. Pienso en que hoy voy a aterrorizar al mundo, cuando vaya al trabajo, con mi pinta de indigente recién bañado, pero todo son daños colaterales bien estimados y sin mucha importancia. De nuevo espero. En quince días, más o menos, LM me va a entregar a Lázaro. Como siempre disfruto la espera aunque de él sólo sé un par de cosas. Es un gato, nació hace cinco días, es blanco y tiene rayas grises. Es mi primera mascota en mucho tiempo, casi desde el colegio cuando murió mi perro.

L partió ayer para Medellín y N sale hoy para Armenia. No sé nada de C desde hace rato, quedamos en vernos Up un día de estos. Hoy va a ser un día muy largo, lo presiento. Un día yuxtapuesto, con muchos puntos seguidos. Siento también que aquí debería mentar más madres y proferir insultos al por mayor como si de muestras gratis se tratara. Al fin y al cabo eso es lo que hace grande al internés. Los insultos gratuitos, el porno y el bajar música gratis, el resto son tristes permutaciones de esos tres pilares fundamentales. Todo en la red es exhibición, todo es voyerismo, todo es arrojar la piedra y ocultar la mano mientras se escucha el track número nueve del último disco de Dylan cortesía de algún blogspot. Maiquel está muerto y parece que Dios es una amenaza sobrevalorada.

Más tarde les cuento como marchó todo.