miércoles, 29 de septiembre de 2010

Barco de papel

Y sí, esto de estar a la deriva es muy duro. Días difíciles estos, días ceguera temporal y labios secos. Días de calor sin posibilidad de lluvia. Otro resumen, repetitivo pero ante la poca frecuencia de posteos creo que se perdona, y decir entonces que después de muchos meses por fin me reencontré con MC. Fue bueno, como siempre, café de Juan Valdez y cigarrillos Lucky Strike, después cervezas con los amigos, como debe ser. Como todo lo bueno tiene su lado malo, como todo lo que se disfruta tarde o temprano se paga, el fin de semana me ataca una gripa asesina que arranca el domingo con una migraña sicodélica. Cada vez que parpadeo el mundo se llena de círculos de luz, mientras en los oídos un pito resuena y en la cabeza un mazo golpea. Antes, ese mismo día, he dañado mis gafas. Ahora lo escribo e intento hacer equilibrio con ellas, evitar que se caigan y lo logro a medias. Mañana y el viernes son días complicados, con muchas prisas. Tengo que escribir muchas cosas pero hace demasiado calor y mi “precaria” condición de salud me impide beber cualquier cosa cuya temperatura esté por debajo de los abrasadores 33 grados Celsius que calcinan a Cali por estas fechas. Y sí, repito, se mueve hacia los lados este barco de papel; sin estrellas, C lo recordará, que lo guíen; sin más trabajo, aunque todo necesidad, de ir definitivamente hacia el frente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

C lo recuerda....y dibuja estrellas para ese barco.