domingo, 14 de marzo de 2010

Nuevo prologo a un nuevo primer día

Hace un tiempo, un par de años a decir verdad, mientras leía por primera vez uno de mis libros favoritos encontré un reto que decidí tomar. En el libro “La velocidad de las cosas” del inmenso escritor Rodrigo Fresán, se hablaba de un profesor que les pedía a sus alumnos escribir un diario y que se registrara en él todo cuanto se hiciera en un día. Lo decía un poco así. “Otro de mis escritores favoritos –un adicto al alcohol y a la epifanía al frente de las clases sinuosas en las que cada vez fuimos quedando menos porque no hay nada más terrible para un aprendiz de escritor que ser testigo de la debacle de un escritor magistral- nos había propuesto un sistema de estudio de desarrollo tan caprichoso como finalmente lírico. 1. Lo primero que nos pidió fue que escribiésemos un diario que abarcase por lo menos una semana. Allí deberían aparecer registradas todas nuestras experiencias. Sentimientos, sueños, orgasmos, ajustadas descripciones de la ropa holgada que vestimos y los colores de las botellas que vaciábamos. 2. El segundo paso consistía en escribir un cuento en el que siete personas o paisajes que aparentemente no tuvieran nada que ver entre sí aparecieran profundamente relacionados. 3. El tercer paso –y ésta era su asignatura favorita- era redactar una carta de amor como si se la estuviera escribiendo desde un edificio en llamas. «Este ejercicio nunca falla», aseguraba con lágrimas en los ojos.”

Después me di cuenta que todo era verdad, que el adicto al alcohol y las epifanías tenía un nombre y que, en efecto, sus clases se centraban en eso. John Cheever pidiéndoles, envuelto en la penumbra del alcohol, en clase, que registraran todos y cada uno de sus momentos.

Ahora, este es un nuevo ensayo, tomas elegidas de un metraje inconcluso, recuerdos selectos al mejor estilo del Reader Digest, ganas de entenderme otra vez. Take three.



Primeros días

140310

El reloj de arena se da la vuelta, si. Otra vez El Caleño y la tercera persona, la otredad, ese él que se señala, un espejo, otro mantra. Habiendo consumado su sagrado deber electoral, él, El Caleño, se sienta frente a su computador a cumplir con lo prometido, a girar de nuevo sobre su eje, treinta nuevos días un año después. Recapitula, el jueves El Caleño cumple felizmente con la promesa hecha hace más de un mes en un post. La invitación a tomar cerveza se la ganó MAC, aka miss Self Destruction, y la salida le hizo bien a El Caleño que todo el día había dado vueltas por la ciudad en reuniones varias. Las cervezas se tomaron en Route 66 y pronto aparecieron un par de amigos de MAC y más tarde las cervezas no eran suficientes y que tal un tequila o dos. La tarde siguiente, con el peso del licor en su cabeza aún, El Caleño llama a MC y resulta que el Vuelco del Cangrejo se estrena a las 9 p. m. en Palmetto y a él se le complica todo en ese día viernes soleado y difícil, a pesar de lo mucho que quiere ver a MC que ya le hace bastante falta. El sábado se pasa rápido y aprovecha para ver algunas de las películas nominadas a los premios Oscar. Se ve “The blind side” con Sandra Bullock, ganadora del Oscar como mejor actriz, y no sabe si el premio está absolutamente bien ganado (no ha visto a las otras nominadas) pero Bullock le parece totalmente convincente en su papel de rubia belleza sureña. Si bien la película no es excelente, el tiempo se pasa rápido y esa debe ser su mayor virtud, un clip liviano para un sábado en familia. También se ve “Crazy Heart” con Jeff Bridges, ganador del Oscar a mejor actor, y es otra cinta dura sobre el duro sur y su música donde se termina viendo, y sintiendo, que todo aquel que canta música country bebe, fuma y se hace añicos hasta que el pequeño hijo de su nueva novia se pierde y ella lo deja y él cambia por ella pero ya no importa, entonces compone una canción que se llama como una película. Antes ha hablado con N y le dice que al fin ha encontrado “Where the wild things are” pero lo triste es que ahora no tiene a una alguien como ella para poder vérsela juntos.

Ahora es domingo, es hoy, y muy temprano en la mañana El Caleño ha cumplido con su venerable deber democrático votando por, entre otros, Antanas Mockus en la consulta del partido Verde. Luego en casa se da cuenta que la Juventus ha empatado a tres con el patético Siena en Torino y las cosas no van bien pero da el primer paso este primer día, gira entonces sobre su eje, otro espejo, otro mantra. Empieza a escribir.

4 comentarios:

juliana.ruiz dijo...

empezar es como lo más difícil, ya después es como deslizarse.
los dibujitos están geniales,
los hiciste vos?

El Mantra dijo...

Pues si, el primer paso es estar vivo, sólo hace falta eso.
En cuanto a los dibujos, ya quisiera yo haberlos hecho… si querés verlos el primero salió de aquí http://www.terribleyelloweyes.com/ y el segundo de aquí http://audreyhepburncomplex.tumblr.com/

Isabel Mancera dijo...

Esto me va a ayudar a hacer algo parecido, se está (medio) realizando tu historia en la mia.

El Mantra dijo...

cuando empecés a escribir sería bueno leerlo :D