domingo, 24 de enero de 2010

Volver

La otra vez me preguntaron de nuevo por las razones tras El Mantra. La respuesta es sencilla y no pasa completamente por el libro de Rodrigo Fresán, aunque también es clave. Como lo consigna el texto introductorio, que lo dice mal pero que en algo acierta: “Blog para los que les gusta repetir, tanto lecturas como películas como amores como decepciones como... para los que gustan de tropezar con la misma piedra pero cayendo siempre de diferentes maneras.” Todo aquí es volver, retomar, rescribir, revisitar autopistas 61. Repetir los mismos temas una y otra vez, tratar de ver claro como cuando me tiro al río con las gafas puestas. Cambiar una pena por otra y seguir sintiendo igual, amarla a ella y sentir que estoy reviviéndolo todo, girar en círculos como un perro persiguiéndose la cola sin saber si morder fuerte o no cuando por fin la atrape.

Los mantras entonces son, en su acepción RAE, frases o palabras repetidas una y otra vez para invocar a la divinidad o como apoyo en la meditación. Invocaciones a la divinidad entonces, cantos a cualquier becerro entonces, simulacros y permutaciones, el final de una canción que osciló desde el principio, una variación Goldberg para Bach, diferentes planos en una película de Kubrick y al final solo ganas de sentarse a descansar, al menos media hora.


Pd: Esta mañana hablé con N y me dijo que ayer en la noche se había ido de copas por primera vez desde que llegó a Barcelona. Salió con la hija de un compañero de su padre y algunos amigos de ésta. Me contó que se había aburrido mucho a pesar de su amabilidad y que poco a poco los irá comprendiendo, que yo en cambio hubiera disfrutado con ellos desde el principio. También me contó que durante esta semana había leído gran parte de este blog. Me dijo que a medida que leía no sabía si en realidad me conocía de verdad o no me conocía en lo absoluto. Me dijo que aquí había encontrado cosas que nunca pensó que yo iba a decir. Le dije que todo eso era yo, que en mí no hay espacio para más de una personalidad.



2 comentarios:

Martina dijo...

al final solo ganas de sentarse a descansar... a mí también me pasa eso a veces ^___^

n.n dijo...

y aún te sigo leyendo, pero antes no tenía cuenta en gmail para comentar :D