viernes, 24 de abril de 2009

Decimonoveno día

210409

Hace calor. Hace calor y las nubes cubren el cielo, presagiando una tormenta que sacaría a la ciudad del agobio de los treinta grados. Hace calor, la ciudad parece un horno, pero El Caleño lleva un paraguas. Por si las moscas, por si lo del cielo no es sólo una amenaza, por si cae un diluvio que se lleve todo. No pasa nada de eso y El Caleño está en el centro de la ciudad. Tiene que recoger unas películas que ha dejado encargadas con su vendedora de confianza pero antes, pasará un rato en la librería Atenas. La Atenas merece una mención aparte ya que la mitad de los libros de El Caleño proceden de sus anaqueles. En ella encontró un Rayuela de Cortázar, en edición original de la Editorial Sudamericana, un 11 de noviembre de 2003, justo el día en el que cumplía dos años de noviazgo con la mujer que más ha querido en su vida. Dos años con V, su Maga, y encontraba, sólo para él, la Biblia que la describía. También halló varios libros de Fresán, libros de cocina típica de la Pennsylvania holandesa y un libro para aprender a hablar en ruso. Además, en el sótano, había perdido un Océano Mar de Baricco a manos de MC que lo vio primero. Pero los buenos libros, los que le gustaban a él, se habían acabado y hace bastante tiempo ya que no revisaba esos viejos anaqueles. Esta vez quería comprar un libro para regalarle a CA por su cumpleaños, El Caleño llamó a MC para que le ayudara con un nombre pero al final se decidió por un libro de Solzhenitsin, también compró, para él, “Emboscada en Fort Bragg” de Tom Wolfe y “Paralelo 42” de John Dos Passos. Más tarde El Caleño pasó por las películas y, finalmente, probó suerte en el MIO.

Ha pasado bastante tiempo desde que se inauguró el sistema de transporte masivo de su ciudad pero El Caleño, viviendo lejos de cualquier estación, no había tenido la oportunidad de desplazarse en él. Recién ahora, en el momento de mayor demanda, justo a las seis El Caleño viajaba desde la estación de La Ermita hasta la estación del Estadio rumbo a Inercia para verse con unos amigos y celebrarle el cumpleaños a CA. MC, IP y PP habían comprado un tiramisú y MC intentó hacer un corazón con la cobertura de chocolate. Más tarde llegaron FR, MG, BV y CA, se repartieron los regalos, incluido Solzhenitsin, y partieron hacia donde el paisa. En el camino, son apenas dos cuadras en un barrio que se ha vuelto increíblemente peligroso, se encontraron con CP que había sido detenido por dos policías, al parecer estaba violando el pico y placa y los agentes deseaban sacar partido de esto, al final, y cinco mil pesos después, CP se libró de ellos. Después llegaron todos donde el paisa y se pasó rápido el tiempo, ni siquiera tuvo tiempo de pensar en ella, El Caleño, aunque a veces si, entre club y club, entonces la nostalgia, las ganas de estar solo con ella. Pensando en L las horas vuelan. Mas tarde se despiden, con la promesa de encontrase el sábado donde Libaniel por que PP se gradúa y hay que celebrarlo.

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