viernes, 4 de julio de 2008

Just a little time

A veces me cuesta darme cuenta de que tengo todo el tiempo que necesito. Tiempo para leer, tiempo para escribir, tiempo para ver fútbol, tiempo para ver cine, tiempo para poner en orden, o por escrito, mis sentimientos. Tengo un trabajo flexible que me da la oportunidad de disfrutar de mucho tiempo libre pero no lo aprovecho, de hecho no hago nada.

Hace poco más de un año, cuando trabajaba diariamente, lo único que quería era un día de descanso. Poder tirarme un rato en mi cama para abrir los ojos después, solo cuando me diera un poco de hambre o de sed. Ahora que tengo todo, todas las posibilidades se abren ante mí y no hago nada por ellas. Sigo tirado, lay down.

Y ya he dejado pasar cosas, o al menos eso creo. No he vuelto a llamar a la gente de esa revista que quería que fuera su “colaborador”, no le he dicho a esa niñita que de verdad la quiero, no he terminado de escribir ese guión que ya tiene seis meses estancado. Hay un dicho que me gusta repetir con frecuencia, no sé de donde lo saqué pero para mi ha sido una especie de consuelo “siempre hay tiempo hasta que se acaba”. Siempre hay tiempo hasta que se acaba y me lo repito como si fuera un mantra, como si en esas justas palabras residiera toda la verdad, sin saber que cada vez la arena cae más rápido.

P.D: no vuelvo a hacer promesas solemnes por que suelo incumplirlas, pero ya tengo cierta cantidad de compromisos adquiridos hasta el domingo. Si el América sale campeón este fin de semana me bebo un estanco (licorería) completo.

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