viernes, 23 de mayo de 2008

Otra tarde de fútbol

Hace muchos años, en una entrega de premios MTV Europa en Milán, el por entonces cantante de Blur, Damon Albarn, debió entregar una de las estatuillas junto a Ronaldo. El brasileño, que brillaba en ese tiempo en el Internazionale y no andaba enredado con travestís, no pudo evitar sonreír cuando el desgarbado londinense de al lado le proponía que jugara, por que no, en su equipo favorito que solía pelear el descenso. “You can play for the Chelsea, U’ know?” le repetía Albarn mientras Ronaldo enseñaba el agujero entre sus dientes en una sonrisa publicitaria, sin llegar a imaginarse que unos años después este pequeño equipo estaría a doce pasos de coronarse rey de Europa.
Chelsea – Manchester como el esperado cierre de temporada en una Champions League que no contó con dos históricos, Bayern Munich y Juventus, pero que siguió rediseñando nuestras agendas y aplazando citas. Tardes de fútbol, 90 minutos sin teléfono, sin novia, sin responsabilidad. Sólo vos y veintidós más haciendo inolvidable el día, esperando por el 21 de mayo tatuado en el calendario.
En Moscú se juega la final de la copa, primera final inglesa y Manchester United parte como favorito pero el Chelsea también juega y su dueño, el magnate petrolero Roman Abramovich, los hace sentir como en casa. Para los de Manchester es la posibilidad de un tercer titulo europeo, para los de Stamford Brigde el primero en sus vitrinas. La primavera rusa está en el aire y el pronóstico climatológico da posibilidad de lluvias y fallos frente al arco.
El partido arrancó trabado en el medio, con dos equipos que no querían regalar ni un centímetro. Controlados Cristiano Ronaldo y Ballack, ambos conjuntos se estudiaban y no dejaban lugar al error. Luego de 26 minutos de orden táctico, Scholes se asoció en una pared con el lateral Brown quien centró al área blue. Cristiano entonces se eleva y marca el primero de la noche y su octavo gol en la competición. Jubilo rojo en las gradas y en Londres tristeza, en un estudio de grabación al ahora cantante de Gorillaz y The Good, The Bad & The Queen, Damon Albarn, todo esto le debe parecer un tanto irónico. Ronaldo marca pero no todo está decidido, el Chelsea adelanta sus líneas y empieza a llegar con más peligro. Lampard consigue el empate finalizando el primer tiempo luego de un rebote que deja en el piso a Van der Sar.
El segundo tiempo es un choque de trenes, ambos equipos salen a buscar el partido en medio de la helada lluvia moscovita. El Chelsea, revitalizado tras el empate, toma el mando en el partido, Joe Cole marca hasta el límite a Ronaldo anulándolo casi por completo mientras que por las bandas suben Essien y Ashley Cole, empujados por el ímpetu que ponen veteranos como Lampard y Ballack. Las llegadas se van sucediendo unas a otras y hasta Drogba se da el lujo de estrellar uno de sus remates en el palo. Los tiempos extras se ven ahora como una posibilidad que no se había tenido en cuenta mientras que en la tribuna los policías rusos intercambian sus uniformes por camisas del Manchester prediciendo una nueva revolución roja.
Tiempo extra. En Moscú son más de las 12 de la noche y esta se convierte en la primera final de un torneo que se juega durante dos días. Drogba es expulsado luego de darle una cachetada a Vidic y hay un momento en que seis jugadores de ambos equipos yacen en el suelo victima de los calambres, incluso Hargreaves y Lampard tienen tiempo para ayudarse mutuamente. Faltando poco para el fin del partido Frank Lampard estrella un nuevo disparo contra el horizontal, luego el árbitro pita el final del juego. Lo que antes fue un juego colectivo, ahora se trasforma en un reto individual.


Sólo los tiros libres desde el punto penal pueden dirimir un partido que se antoja épico. A inicio de temporada ambos conjuntos se habían medido por el Community Shield, la recopa inglesa, en los 90 minutos habían empatado a uno y en la definición por penales Van der Sar se había erigido como héroe deteniendo tres de los disparos azules, en Manchester le apostaban al Déjà Vu y no estuvieron tan lejos, aunque las cosas arrancaron mal. Al inicio los cobradores de lado y lado acertaron hasta que le llegó el turno al 7 rojo. Cristiano Ronaldo, el mejor jugador del mundo, goleador de la liga inglesa y la Champions, trató de engañar al portero y Cech contuvo su remate. Es fácil imaginarse los rostros de los hinchas rojos, su mejor pieza, la manija del equipo desperdiciando uno de los cobros. Holocausto, tragedia, saudade portuguesa, la cotización del astro luso cae a cifras de copa Mustang. Los cobradores continúan acertando y ahora sólo hace falta un cobro, el del capitán del Chelsea. Los poco más de 45 metros que debe recorrer desde el centro de la cancha se hacen eternos, la lluvia ha caído durante esos dos días en Moscú y la temperatura desciende a casi cero grados centígrados. Terry toma el balón entre ambas manos, luego de más de 120 minutos de intenso juego, de sacar una pelota casi desde la raya, luce un poco más casado de lo habitual, incluso en tiempo extra los calambres lo han tendido en el piso. Ahora sólo queda patear y que la historia se siga escribiendo sola pero falla el disparo, resbala y cae. Talvez es la presión o un nuevo calambre o de pronto la grama, que se importó exclusivamente para este partido y que nunca terminó de instalarse, en todo caso el Manchester regresa a la vida y los ceros aumentan nuevamente en el pase de Ronaldo que corre a abrazar a Van der Sar quien detiene el último lanzamiento, el de Nicolás Anelka quien no atina a decidirse por un palo y la deja en las manos del guardavallas holandés.
Gana el Manchester y unos pueden decir que se hizo justicia, que el United no perdió ningún partido en el torneo pero en la final las cosas fueron a otro precio, más sufridas, más dramáticas con lagrimas de lado y lado. De cosas así está hecha la historia. Un poco de tristeza quedó tras las dos horas de extenuante partido, tras los dos días de juego, tras los 22 hombres encalambrados. Se terminan la Copa de Campeones, la copa UEFA y las principales ligas europeas, el fútbol bien jugado se da un descanso, aunque no todo está perdido, en junio arranca la Eurocopa.

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