domingo, 22 de noviembre de 2009

Disclaimer

Gran parte de mis años los he vivido con terror a equivocarme. Es ese miedo el que me hace tomar todo como si tuviera guantes y pinzas, con cuidado, para hacer las cosas bien, para evitar los malentendidos. Lo curioso de todo es que ese miedo patológico al error es lo que, sorpresa, me hace andar dando tumbos por ahí, comportándome como un estúpido y L lo sabe. Gran problema, las explicaciones, y la condescendencia, no faltan. Este temor también lleva a la indecisión, porque cuando uno teme fallar le es difícil estar seguro de algo, tener certezas. Este blog es un mal ejemplo de lo anterior. Aquí, como en ningún otro lugar, escribo libre y sin pausa, todo en primera versión, sin releer y a veces con poca vergüenza, dando iniciales tras las que se esconden nombres importantes, pensando que eso que escribí para ella no se va a leer nunca. Otro error. Todos dicen, todos concuerdan en eso, que los fallos y yerros son las verdaderas y grandes oportunidades para ser mejor, entonces las equivocaciones son, en suma, puertas de entrada. Un gran portón.

Este viernes en el “bar” de Everth, tras descubrir con desagrado que las multitudes me abruman y me reducen, me di cuenta que me hubiese gustado, y esto es una suerte de certeza, conocer a IP y a JL mucho antes; también volver a tomar un café con C y que sólo sea eso, ser amigos, conocernos, dejar pasar el tiempo. Empezar de nuevo.

A pesar de todo también considero que tengo buena suerte aunque, por todos es sabido, la suerte es consuelo de estupidos. Un consuelo más. Lo peor de todo es que esto lo escribe alguien que tiene como uno de sus sueños el, como Dios, desaparecer algún día. Sin temor a nada.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

:(

Anónimo dijo...

Sí, desaparecer es un consuelo divino... y la presencia asi como el error una certeza o gracias a la ley de murphy un porton que siempre encontraremos de par en par... me hayo entonces mi amigo, en el monte olimpo y en esa, la prisión de no poder avanzar... a fuerza de estar estancado ya que si me concedes la extensión solo cometemos errores o somos presas del panico en compañia no en solitario...
Me habeis hecho falta vosotros, el autor y los dueños de las inciales, pero como en un saludo exponencial es posible que mi ausencia se siga prolongando hasta un misteriosa asintota que no parece existir pero que es el espacio del alma para estirar las piernas...
Comparto lo que decis... y esas iniclaes si guardan grande sentido... cuando lo leí odie no estar ahí... pero cuando supe... tampoco hice nada para remediarlo...

UN abrazo y un saludo

El Mantra dijo...

parce, usted siempre va a hacer falta, no se pierda.

MC dijo...

Anónimo, nunca más!!!