viernes, 13 de noviembre de 2009

Una confusión cotidiana

Sé que prometí escribir algo apenas decente al volver, pero antes debo hacer unas cuantas acotaciones. La primera es que empecé a escribir algo, relativo al viaje y de cómo me encontré a un viejo amigo de infancia, pero a mitad del texto todo se fue al tacho. Lo único que quedó con vida fue la primera linea y el titulo, ya saben no hay mejor crítico que sostener un rato el botón de delete, hasta que sólo sea una barra negra titilando al comienzo de una página en blanco. Lo de la promesa incumplida se ha transformado en algo de todos los días, promesas que me hago y que incumplo, ese seguir queriendo a pesar de todo. De lo único que me arrepiento en estos días es no haberme terminado de ver Rambo en el bus de vuelta casa, en momentos como esos es cuando nos damos cuenta de que se nos está yendo la vida.

Ahora llueve y la lluvia, tal como lo dice MC, limpia todo.

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