domingo, 13 de febrero de 2011

Octavo día

Todo sigue igual, invariablemente. Para El Caleño es difícil huir de la rutina ahora, apartar tiempo para sentarse y escribir. Le puede parecer un poco irónico, ya que se pasa el día sentado y escribiendo, pero la verdad hay poco de que reírse. Los últimos días El Caleño ha llegado a una casi evidente conclusión, su elección de carrera fue poco más que desafortunada. Ahora matiza, El Caleño, siempre le ha gustado escribir, siempre le ha gustado leer pero, todo un anacoreta como es, prefiere evitar el trato con el resto del mundo. Matiza de nuevo, le gusta investigar y hablar con la gente pero odia, mucho, las ruedas de prensa y los eventos. Las sonrisas, grandes sonrisas llenas de dientes, la complacencia con la “autoridad”, la mediocridad generalizada que terminará por atraparlos a todos.

No hay comentarios: