martes, 24 de febrero de 2009

Primer día

230209
Luego de haberse levantado medio adormilado más o menos a las ocho y media, El Caleño, que tiene que entrar a trabajar justo a esa hora, decide seguir acostado un rato más. El día anterior tuvo que soportar el ofensivo intento de Holllywood por meterse al gigantesco mercado indio entregándole ocho premios Oscares a Slumdog Millionaire, película en extremo cursi y teñida de american dream por donde se le mire. Si bien la opinión de El Caleño está totalmente sesgada, ya que adoró a la damnificada de la noche, The Curious Case of Benjamin Button, la película india de director ingles tiene como mayor merito ser una mirada a la miseria. Un painspotting, parafraseando al mismo autor, que se concentra en la subida de Jamal y el reencuentro con la gélida y poco expresiva Latika. Más tarde, cuando El Caleño por fin llega al trabajo habla de lo mismo con LM y le dice a ella que Revolutionary Road es mejor película que Slumdog, que son como caras opuestas y que mientras en la segunda se construye ese sueño americano en la otra esa misma ilusión se va derrumbando. Entonces El Caleño y LM coinciden en que Kate Winslet es el alma de esa cinta, y se acuerdan de esa escena casi final, viéndola a ella mirar por la ventana, mientras poco a poco se desangra debido a un aborto mal hecho.
Después no hizo mucho, al mediodía se encuentra con WA y se toma un café esspressosinazúcar con un par de cigarrillos y se da cuenta un poco de que el tedio consume su vida. Después no pasa mucho, dos malas noticias, una cumbre de alcaldes a la que hay que ir al día siguiente y el domingo el presidente en Cali para inaugurar un desastre como el MIO. En todo caso El Caleño no piensa y todo se pasa rápido, cuando se da cuenta son las 9 p.m. y sale con G y con S de la oficina. Se va, como todos los días, con G en el mismo bus y este le pregunta que como se hace para hablar con una niña que le gusta a uno. El Caleño, que se ha estrellado varias veces con esa pregunta sabe muy bien lo que va a decir aunque lo que no sabe es si esa es la respuesta correcta. Dice, El Caleño, que cuando habla con una niña que le gusta habla despacio, escogiendo lo que va a decir, a veces mecánicamente, con miedo de dar un paso en falso y no encontrar el piso, sólo vacío. Dice, El Caleño, que cuando habla con una niña que le gusta es especialmente torpe y, no intencionalmente, es difícil que deje de mirarlas a los ojos. Dice, El Caleño, que también las palabras se convierten en un nudo en su garganta y que es usual que las deje ir sin decirles nada particularmente importante. Luego de decir esto, un poco más tarde, en su cuarto, mientras escucha una versión de Subterranean Homesick Alien de Radiohead en voz y arreglos de Easy Stars All Stars, mientras escribe apresuradamente, piensa en ella, en lo que no le pudo decir, y se muerde un poco los labios. Pero no hay problema, más tarde empieza la Champions.

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