viernes, 28 de diciembre de 2007

Don’t you think so? (Blitzkrieg)

Hace unos pocos días un amigo me decía, tal vez lo recuerdo mal, que era muy gracioso que una decisión que parecía intrascendente en la infancia, como la de hacerse hincha de uno u otro equipo, nos marca de por vida y configura nuestra personalidad. Si está idea es cierta no es difícil decir que los hinchas del Deportes Quindío tienen propensión a solucionar las cosas repartiendo patadas o los del Santa Fe se acostumbraron a perder aún desde antes de nacer. Por mi parte tengo que decir que nací campeón, en el 84, justo en diciembre América celebraba un titulo más en el torneo local y lloraba una derrota en la copa libertadores.
A veces creo que ese es mí sino trágico, celebrar pequeños triunfos locales pero ver que siempre esa gran victoria se aleja y parece que no se dejará tomar nunca. No sé que pensar y no le pregunto a nadie, me engaño a mi mismo recitándome versos, endulzando las cosas con sacarosa, empalagándome con mentiras refinadas.
Ahora mismo extraño mil cosas y tengo la oportunidad de alcanzarlas. Preparo mi ataque, mi avanzada. Es como si jugara por el todo o nada y quemara mis naves. A por ello, diría un conquistador español en México, Beckenbauer jugó esa semifinal ante Italia. A por toda, digo casi sin pensar tal vez si lo que necesito en verdad no es una noche de cuchillos largos pero en Cali, en plena feria, con cantantes de salsa y Blanco del Valle, para ver si me quito un poco lo peor de mí antes de empezar a ser.

P.D: El domingo cumplo años y parece que ya me empiezan a pesar las primaveras. Quien sabe, a veces pasa, más detalles adelante.

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