jueves, 17 de noviembre de 2011

Vigésimo día

Hace mucho, mucho, no escribo aquí. No sé si he perdido las ganas o es falta de tiempo, quizá es porque pienso que ya no hay mucho que decir. La verdad me siento seco, agotado. Justo en este momento espero. Sentado frente a mi escritorio espero a que se mande todo a imprimir y también aguardo una respuesta mucho más importante. Tan solo un saludo que cambie todo y mientras tanto siento un vacío en el estomago casi inabarcable.

Estos meses han sido de increíbles altibajos. Un camino lleno de baches que se han sabido esquivar con mayor o menor destreza. Todo ha sido tan bueno y tan duro. Cada día he aprendido tanto. Cada día ha sido tan largo. Cada día me quiero acostar más tarde, que se demore más en empezar el próximo día. Cada día me quiero levantar más temprano, empezar de cero todo. Sí, días así.

No hay comentarios: