domingo, 21 de febrero de 2010

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Duró poco el break. Quince días de abstinencia solamente, ni uno más ni uno menos. Se podría decir que me volvieron las ganas de escribir aquí, que regresó el exhibicionismo, pero en realidad debo confesar que este espacio es una de las pocas constantes en mi vida. Un lugar al cual volver, un lugar del cual asirse. Otro regreso, más tiempo circular.

Cali calienta y derrite como siempre y el paraíso cada vez se parece más a una roca junto al río Pance; volvió la Champions y la Juvetus ganó en la UEFA League; empieza a hacer falta el café del jueves con MC, que está trabajando lejos; empecé a leer Los vagabundos del Dharma (The Dharma Bums) de Jack Kerouac y ha sido un cambio saludable; ayer C cumplió años y aprendí a coser estrellas.

Como decía Isabel en un comentario previo, es mejor escribir sobre nada que quedarse callado.


PD: Aún no cumplo la promesa consignada en el post anterior, pero será pronto querida amiga “autodestructiva”… just give me some time.

1 comentario:

El Mantra dijo...

mañana me lavo el pelo O_o