lunes, 2 de junio de 2025

Es 2025, es junio, es dos. Es lunes. Es Dónde estás, mundo bello

Hoy me terminé de leer Dónde estás, mundo bello de Sally Rooney. Fue tal el choque que saqué una libreta para anotar mis impresiones, que abrí blogger para escribir esto que escribo y que usted, o usted, lee. Lo que escribí en la libreta hace unas horas quizá difiere un montón de lo que escribo acá.
Quizá sí es más profundo, como un mail intercambiado entre Alice Eileen. y lo que me llevó a escribir en la libreta fue algo que llevaba en el pecho y la cabeza desde que empecé a leerla hace una semana, es decir más o menos en 2025, en mayo, el 24. Y era algo que no me podía sacar de la cabeza y que me afectaba de alguna u otra forma.
Me afectaba como si me pasara a mí directamente. Algo que había leído en una de las páginas, un correo de Alice Eileen después de su viaje a Roma, y que yo pensaba, que había pensado y aún pienso, pero que nunca lo había puesto en palabras. Que no lo había dicho, que no lo he dicho y no se lo he contado ni siquiera a mi esposa. Dicho así suena gigante, pero no. Es más que mi personalidad no es dada a compartir cosas privadas, un poco emocionalmente cerrado como lo es Simon en el libro, y me cuesta un montón expresar profundidades propias.
Es así entonces como le daba vueltas. Como me caía mal Alice por parecerse a mí y por ser una manipuladora y por querer hacerse daño involucrándose con alguien a quien conoce de un par de días; y como me caía mal Felix por hacer cosas que yo ya no podía hacer, por conocer a alguien increíble como yo había conocido antes y la emoción de esa novedad, de descubrir a una persona nueva, y me caía mal porque pensaba que le iba a hacer mucho daño a ella, a Alice, y que la trata mal y es cruel pero al final no importa porque él termina siendo el más sensato. Y me cae mal Simon por estar enamorado tanto tiempo, porque yo lo estuve antes y en la misma libreta donde escribí eso otro está escrito algo que escribí para esa persona en un momento en el que solo sabía que la quería más que a nada. Y me cae mal Eileen porque no decide nada sobre su vida. 
Al final de cuentas Dónde estás, mundo bello pasa, transcurre, mientras en el mundo ocurre uno u otro genocidio, mientras la gente se mata como se ha matado desde antes de empezar a caminar erguidos pero que, mientras todo eso pasa, la gente sigue relacionándose y siendo amigas, hablando quizá la una junto a la otra, o por telegrama, o por código morse o por teléfono, por WhatsApp y, como no, por correo electrónico. Y el mundo sigue siendo bello mientras las dos amigas se escriben por correo pero no se cuentan nada y reaccionan solo a unas cosas específicas que se cuentan y a otras no. Mientras no ocurre nada, porque a veces la vida es así y no pasa nada en un par de meses, tenemos alguna crisis y al final barremos los vidrios rotos de una copa que se estrelló contra el piso de la cocina. Esto, que no es una reseña, sí es unas ganas de escribir otra vez. Creo que eso me lo deja Rooney al final. Unas ganas de decir. De contar cosas, de hacer el amor y de decir te quiero mucho, porque es verdad y porque te quiero mucho ARCC, unas ganas de abrirme, aunque no tanto y tal vez con acompañamiento psicológico, no vaya a ser que al final haga más daño que bien. 
Al final, me quedo con el capítulo 23, p. 225, como el amor más grande expresado en todo el libro y con una escritura de un estilo maravilloso. 
Al final, otra vez al final, resumo un poco. Las dos terceras partes iniciales fueron muy buenas y el último tercio cayó en lo cursi rápidamente. ¿A Rooney le gustaban demasiado sus dos amigas protagonistas y debían terminar sonriendo el libro? 
Al final, última vez al final, todo sale bien por motivos (because of reasons). Felix no era todo lo malo que parecía, Alice lo quería usar para ser miserable y volver a escribir pero no, lo opuestos se atraen y las clases sociales opuestas un poco, también. Simon cumple su sueño y Eileen también, juntos. La vida sigue, fluye. Las lenguas se olvidan y se crean otras para expresar lo mismo. 
Eso, acá sigo. Más detalles, adelante. 

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