El amor, el amor, el amor y todo lo que siente Julie que debe ser bastante y complicado, ya que El Colombiano se siente identificado con ella, porque el amor que siente o sintió es sólo suyo y eso no se lo puede quitar nadie ni una traición ni una muerte; entonces es cuando El Colombiano para y piensa en ese amor que es sólo de él y que aún siente después de tantos años y no deja de pensar en su Viviana aunque este Natilla y pueda estar otra y ese amor es sólo de él como lo puede ser cualquier cosa. La música y al Colombiano le esta empezando a gustar ese usar indiscriminado de la cursi cursiva como forma para meter titulitos en las postales o para cambiar de tema y hablar de otra cosa la música le gusta mucho al Colombiano que ve en ella la única forma de concentrarse y pensar concreto en algo porque, que científico y practico, El Colombiano ha desarrollado una teoría que solo se aplica a él (eso cree) y que se llama la Teoría de la distracción programada y esta consiste en que suene, (en estos momentos El Colombiano escucha Sing for Absolution de un grupito que nunca había escuchado y que se llama Muse y pinta como que bien( música mientras El Colombiano se pierde en complicadas divagaciones y, magia, cuando El Colombiano sale de su ensoñación encuentra la música como banda sonora y vuelve a meditar y a pensar en sus estupideces; pero el motivo de esta no era hablar sobre la Teoría de la distracción programada sino hablar de lo que la música es para Azul por que la nena cierra los ojos y una sinfonía entonces y todo se hace negro, supone El Colombiano que sí fuera músico sabría que la película esta pensada como un concierto en crecendo o algo similar y entonces los coros griegos que le erizaron la piel cuando los escucho en el cine y que lo volvieron a hacer cuando lo leyó en esa revista:
Si hablo las lenguas de los hombres y aún de los ángeles,
pero no tengo amor,
no soy más que un metal que resuena o un platillo discordante.
Y si hablo de parte de Dios,
y entiendo sus propósitos secretos,
y si tengo la fe necesaria
para mover montañas,
pero no tengo amor,
no soy nada.
Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso;
es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso…
El amor jamás dejará de existir.
Un día los hombres dejarán de profetizar,
y ya no hablaran en lenguas,
ni serán necesarios los conocimientos.
Tres cosas hay que son permanentes:
la fe, la esperanza y el amor;
pero la más importante de todas es el amor.
“Y aquí está la clave de todo (Kinetoscopio 33): ‘Sin amor no habrá Europa’, refiere Kieslowski. El amor, concebido en uno de sus tantos idealismos, porque el amor sin utopía no lo es del todo, pero un amor cuya esencia es inherente a la vida misma, la fuerza motriz del universo. El amor tiene la última palabra.” Y mientras El Colombiano pone el punto final una sonrisa se le dibuja en el rostro.
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