Siguiendo con esta tradición, variándola tan sólo un poco pero manteniendo la esencia, dejando escurrir los “greatest hits” versión 2022, escribo lo que, al parecer, fue lo mejor de mi año, aunque esta vez sólo he incluido lo que más me ha gustado “emocionalmente” dejando por fuera trabajos y obligaciones. Injusta e insensata como todas las listas, dejándome llevar por la tiranía del último momento que nubla hechos relevantes ocurridos durante los primeros meses de este dos mil veintidós. Hoy, un día después de mi cumpleaños y cuando falta sólo un día para que el año termine, regreso en este empeño copiando descaradamente formulas que ya había usado en el pasado, que ya habían resultado en el pasado. En fin, aquí están, estos son…
El formato que usaba antes me gustaba, era simple. Era una lista, como la de compras, como la de cosas por hacer en el año que no hacemos y nos reencontramos a mitad de año y decidimos que no, que ya es muy tarde y que quizá, con suerte, el próximo año sí.
1. Todo el año tuve ganas de escribir acá. Que lo haga el ultimo día solo es una declaración de intenciones. Quizá el nuevo año venga con más publicaciones en este blog largamente olvidado, tal vez no. El tiempo, como ya lo ha hecho en el pasado, lo dirá mejor que yo.
2. En la versión de 2010 uno de los puntos a destacar fue 'mantener las dreads'... pues adivina qué, yo de hace doce años, siguen igual de fuertes solo que una década y dos años más largas.
3. La vida de a dos. Seguir amando, diferente pero igual.
4. Mi trabajo. Es curioso que en una lista de lo mejor del año clasifique la esfera laboral. Lo primero que uno puede pensar de la persona que arma la lista es que sus prioridades van de 8 a.m. a 6 p.m., que su vida gira en torno a marcar una tarjeta. No en mi caso o, al menos, eso creo. En mi caso digo que sí, mi trabajo fue gratificante y lleno de descubrimientos. Agradezco la oportunidad de seguir aprendiendo y tener tantas maestras y maestros dispuestos a enseñar.
5. Volver a la universidad. Sí, ha sido de lo mejor. Se siente muy diferente porque ya no es la única responsabilidad, porque ya la vida no gira con esa órbita central. Espero que para lo mejor de 2023 tenga la oportunidad de decir, graduarme otra vez de la universidad.
6. Los reencuentros de cumpleaños. La tradición prepandémica que paró por la pandemia se retomó con la pospandemia. Ver amigos que siguen siendo amigos después de más de veinte años.
7. Las amistades nuevas.
8. Después del cumpleaños, un día después de cumplir años, vuelvo a decir: sentirse tan querido. A veces, la mayoría del tiempo, puedo pensar que no lo merezco y que tanto afecto de dónde y para qué. Pero existe, es grande y llena. Es como un café después del almuerzo, todo lo que está bien.
Menciones especiales (no es lo mejor que salió este año, pero sí son cosas que consumí este año)
Película del año: Pues no fue la mejor, y terrible que empiece diciéndolo así, pero fue muy situacional. Jujutsu Kaisen 0 en sala de cine.
Canción del año: Todas las de Billie Holiday, la banda sonora de mis días.
Libros del año: Iba a poner uno solo, pero mejor dos. El primero creo que lo leí en 2021, pero pues si no lo resalté ese año lo resalto ahora. Kintsugi de María José Navia. El otro lo estoy leyendo recién y es Exhalación de Ted Chiang.
Juego del año: Disco Elysium. No sé cuando voy a volver a jugar algo similar, ni siquiera pido algo mejor. Algo parecido, que me llene tanto tanto.
Ahora que miro arriba veo que, convenientemente, faltan cosas quizá más importantes pero en fin, la memoria es selectiva, sólo elige lo que le es grato. En todo caso, feliz año a los que lean esto y un feliz cumpleaños a mí mismo, aunque atrasado, un año más me hago la solemne promesa de seguir siendo feliz ahora y siempre. Ahora y siempre.